Este es el primero de una serie de diez estudios psicológicos que revelan entre otras cosas, el porque  la gente en ocasiones se comporta de manera inusual llevando a cabo acciones poco o nada racionales.

Entender el comportamiento humano te será útil en cualquier disciplina en la que te desempeñes, ya que relacionarte en sociedad es una necesidad básica y hacerlo de la mejor manera siempre te ofrece una ventaja.

EL EFECTO HALO. CUÁNDO TU PROPIA MENTE ES UN MISTERIO

“Representa la idea de que las evaluaciones realizadas sobre una persona dan pie a juicios acerca de sus características específicas”.

El efecto halo es un hallazgo clásico de la psicología social. Se basa en la idea de que las evaluciones que se hacen sobre una persona – por ejemplo, decir que alguien es agradabledan pie a juicios acerca de sus características específicaspor ejemplo, la inteligencia -. Las estrellas de Hollywood ejemplifican perfectamente el efecto halo. En la medida en que ellos suelen ser más atractivos y agradables, se asume que ellos pueden ser inteligentes, amables y así sucesivamente. Esto sucede de manera continua hasta que haya evidencia de lo contrario.

Este efecto también se usa en la política, cuando un candidato trata de parecer cálido y amable aunque sus propuestas carezcan de contenido. La gente tiende a pensar que sus propuestas son buenas porque él parece bueno. Es así de simple.

Ahora imagina que pudieramos identificar todos estos juicios érroneos haciendo una introspección, y dicho de algún modo, regresar nuestros procesos de pensamiento de nuevo al error original. En la década de 1970, Richard Nisbett conocido psicólogo social se propuso demostrar lo poco que tenemos acceso a nuestros procesos de pensamiento en general y al efecto halo en particular.

SIMPATÍA CON LOS PROFESORES

Nisbett y Wilson se propusieron examinar la forma en que los estudiantes hacían juicios acerca de una profesora.

Los estudiantes se dividieron en dos grupos, cada grupo vería un video diferente pero los dos incluían a la misma profesora que tenía un acento belga muy marcado. El primer grupo la observó responder una serie de preguntas de manera muy cálida y acogedora. El segundo grupo tuvo acceso al video en donde la misma persona contestaba la preguntas pero de una manera distante y fría. Los creadores del experimento se aseguraron de que fuera obvio el que sería el alter-ego más agradable de la profesora. En el primer video ella parecía una maestra enseñando a los estudiantes, en el segundo video parecía una figura autoritaria a la que no le gustaba enseñar.

Después de ver los videos se le pidió a cada grupo que calificara a la profesora en base a su apariencia física, gestos e incluso a su acento – los gestos fueron los mismos en los dos videos -. Coincidiendo con el efecto halo, aquellos que vieron el lado agradable de la profesora la calificaron como más atractiva, sus gestos más agradables e incluso su acento llamaba más la atención. Un resultado sorprendente que respalda los trabajos previos en relación con el efecto halo.

JUICIOS INCONCIENTES

Lo curioso es que los estudiantes no tenían idea de porque se le dió a una imagen de la profesora las calificaciones más altas. Despúes del estudio se les sugirió que lo mucho que les agradaba la profesora pudo haber influido en sus evaluaciones, sin embargo, la mayoría lo negó.

En el caso de los estudiantes que vieron el video con la imagen de la maestra ruda los resultados fueron más marcados. La mayoría coincidió en que algunas de las características individuales de la maestra pudo haber afectado la evaluación global – de la persona en su conjunto -.

A pesar de los buenos resultados, los creadores del experimento no estaban satisfechos. Volvieron a entrevistar a los estudiantes una segunda ocasión para indagar si era posible que su evaluación global de la profesora se hubiera visto afectada por sus atributos. Los alumnos volvieron a confirmar que esto no había ocurrido. Ellos estaban convencidos de que habían basado su juicio en la apariencia física, los gestos y el acento, tal como se les había dicho, sin considerar si era o no agradable.

USOS MÁS COMUNES DEL EFECTO HALO

El efecto halo es fascinante por sí mismo y es bien conocido en el mundo de los negocios. De acuerdo con el libro ‘Reputation Marketing’ escrito por John Marconi, los libros que incluyen la leyenda ‘Harvard Classics’ escrita en la parte frontal, pueden exigir el doble de precio que el mismo libro sin la aprobación de Harvard.

Pero lo que este experimento demuestra es que, aunque podemos entender el efecto halo de manera teórica, frecuentemente no se identifica cuando esta ocurriendo. Es esta parte de sorpresa la que lo convierte en un efecto útil para comerciantes y políticos. Podemos en nuestra vida diaria encontrarnos con situaciones como las del experimento sin siquiera darnos cuenta y en ocasiones a pesar de las pruebas, podemos negar que hayamos sucumbido ante este efecto.

Así que, la próxima vez que votes por un político, consideres comprar algún producto de marca o simplemente decidas si te agrada alguna persona, pregúntate si el efecto halo esta sucediendo. ¿Realmente eres consciente sobre como o en base a qué estas evaluando a una persona o producto? ¿o hay algo que está influyendo para llevarte a realizar un juicio específico? Estas sencillas preguntas te pueden evitar votar por la persona equivocada, gastar dinero en algo que no necesitas o rechazar a alguien que podría convertirse en un amigo.

Este post forma parte de la serie 10 estudios psicológicos que te sorprenderán. Elige el siguiente:

  1. El efecto halo
  2. Disonancia Cognitiva
  3. La cueva de los ladrones
  4. La prisión de Stanford
  5. Obediencia o conformismo
  6. Efecto del falso consenso
  7. Teoría de la identidad social
  8. Malas negociaciones
  9. La apatía del espectador
  10. La conformidad a la norma

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Imagen bajo licencia Creative Commons by Pablo Fernández

Fuente | PsyBlog