Hay cortos de animación que realmente dejan un gran sabor de boca por la calidad y el trabajo que se imprime en su realización; tal es el caso de Electroshock, filme de origen francés creado en la ESMA  de Montpellier con una gran historia de principio a fin, literalmente, ya que a mi parecer el final es excelente, nos lleva a donde ningún otro filme llega, lo que pasa en la vida real después del momento rosa y claro que encantaría una secuela.